viernes, 10 de diciembre de 2010

Lejos...

 Cuando yo era más pequeño, tan pequeño que lo sé porque me lo han dicho, mi tía mayor Dairley voló a España para estudiar canto. A partir de ella se vino otra tía mía y sus hijos.
Después de eso le tocó el turno a mi familia. Mi hermana, mi padre y mi madre.
Por lo que me han dicho, no vivíamos tan mal. Mis padres tenían una casa propia. Estabilidad económica, amigos, trabajo fijo...
Pero era Brasil. Un país grande, bonito y exótico. Pero también un país en vía de desarrollo.
Fuentes cercanas y fiables me han comentado que el motivo principal no fue otro que el de dar un futuro mejor a mí y a mi hermana. Crecer en España, Europa.
Desde la lejanía, cuando se habla de España, se tiene en mente un lugar modernizado, fino, con gente muy "alta". Por supuesto también toros, paella, vino, R.Madrid, flamenco,etc. Pero el caso es que en cuanto a la sociedad se tiene a la gente española como lo recién nombrado anteriormente.
Sao Luis es una ciudad más del montón brasileña. En la costa norte. La gente es alegre, feliz con poco,charlatana y vaga. Todo ahí va más lento, pero al igual con tranquilidad. Parsimonia.
De un momento a otro cambio todo eso por el frío, rapidez, cansancio y trabajo de Madrid, todo tu mundo al que estabas acostumbrado, se da la vuelta.
Pero tenía 5 años cuando me volví extranjero. Poco me afectó.
Mi crecimiento se basó en mi familia. Sus ideales, sus costumbres, carácter, su buenro. De pequeño no tenía amigos. Me iba cambiando de colegio cada año o dos y no creaba practicamente lazos con nadie. Así que no se me pegó nada.
Mi familia y mi propia forma de ser por defecto constituyó lo que soy hoy y la base de lo que seré toda mi vida.
Han pasado desde entonces 13 años y a pesar de que mis recuerdos son solo palabras de mis padres, mis tíos y otros familiares brasileños...A pesar de que mi sangre, mis costumbres, mi lenguaje sea más española que nada, estoy seguro de que mi hogar no es éste. Se encuentra lejos, muy lejos.

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