lunes, 24 de mayo de 2010

Ella y Él

 Se desliza por su cuerpo como si de agua se tratara...
Ella dispuesta a darlo todo para no sentirse culpable de que él no la pueda querer, al menos no tanto como ella quiera.
Él dispuesto a dejarse llevar por el momento. Siempre había sido calculador, metódico y temeroso de hacerle daño a ella, su mejor amiga.
Era la primera vez que estaban solos, en silencio. Dos corazones latiendo deprisa y descompasados.
Ella que sin la ayuda del alcohol buscaba demasiado rápido unir un lazo fuerte y crear historias inolvidables.
Él con ganas de experimentar su cuerpo. Con miedo de no dar la talla y al mismo tiempo con satisfación de haber roto las barreras que le separaban de tan perfecta mujer.
Un preámbulo corto deriva en la actividad que llevaban buscando desde que ella lo llamó diciendo que tenía la casa sola.
Finalmente termine. Los dos miran el precioso cuadro de la Gran Vía que hay en frente. Y con la mirada perdida en esas calles de pintura, mientras se abrazan, piensan...
Ella está contenta. No solo se lo ha pasado bien, sino que lo a dado todo. Sin duda es un gran paso en su relación. Poco a poco, paso a paso su relación está afianzándose.
Él está más contento que nunca. El otro día no terminó muy satisfecho, pero esta vez ha sido muy intenso. Respiraciones altas, sudores calientes que se mezclan, arañazos, mordeduras y besos, muchos besos con los ojos cerrados. Es feliz pero evita pensar en amor. Ya habría tiempo para amarla como ella se lo merece; por ahora y por primera vez prefiere ser feliz sin hacer preguntas.
 Hablan de muchas cosas. Historias y anécdotas de sus respectivos amigos y familiares. Se ríen. Él es muy ingenioso y consigue sacar una sonrisa a todo el mundo. Ella tiene una sonrisa fácil de conquistar y le encanta su humor irónico, bobo e inteligente.
Se va. Ya es hora de regresar a casa o su madre se preocupará en breves. Y por una vez coinciden en el estado y en el pensamiento: están en babia.
Es tarde y los dos se van a la cama, pero no a dormir. Aun que quisiesen no podrían. Ha sido un día demasiado bonito y especial para que dure tan "poco". Prefieren mirar al techo y volver a pensar...
Ella. Hace mucho que no es feliz con nadie. Ni siquiera puede decir que haya sido feliz en los últimos meses. Algún que otro querido familia que ya no está, esas malas notas que no está acostumbrada a sacar, sus padres que pasan olimpicamente de ella y alguna que otra cosa más. Pero desde que están juntos como algo más que amigos todo es más fácil, más bonito, más colorido. Ella, que vivía vacía y blanca, él la llenó y la pintó de naranja.
Él. Hace mucho que quería sin ser querido. Buscaba ser apreciado por gente incapaz de querer. Ellas, la razón del pesimismo que llevaba arrastrando desde hace mucho tiempo; ni siquiera se acuerda de la época en la que amaba sin miedo, en la que se veía en el espejo con una sonrisa y no con la mirada gacha.
Pero desde que están juntos como algo más que amigos, ha vuelto a sentirse importante, a mirar alto, a ser más pesimista respecto a la vida. Él que vivía vacío y blanco, ella lo llenó y le pintó de naranja.



...y las páginas volvieron a ser blancas

1 comentario:

  1. Sigo vuestro blog y por ello os he dejado una cosa en mi blog de lectura. Espero que os guste.
    Besos

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