La historia del pequeño Nemo.

En nuestra familia, son muy comunes los intercambios entre casa y casa.
En uno de estos intercambios, yo me encontraba en la casa de una de mis tías.
Allí, después de unas cuantas horas tirada en el sofá ( cosa muy habitual en mi ), me dio por ir al baño, a esas cosas de mujeres y tal... Estando yo en el baño, me picó el gusanillo de la curiosidad, el típico de abrir los cajones y ver que había por ellos...
En el primer cajón, no encontré nada interesante, rollos y más rollos de papel higiénico, junto a cremitas de la piel de "pongase jóven en tres días" o "quítese los granos en una sola aplicación". Dejé de mirar ese cajón y pase al siguiente esperando encontrar algo más interesante, pero tampoco había nada fuera de lo normal, en este era especial para "los días malos del mes".
Después de dos cajones sin nada con lo que entretenerme, busqué en el tercero.
Ese era el cajón... Me encontré varias cosas, pero al removerlo todo, ví un pececito con ojos saltones.
Yo pensaba que era, pues el juguete de los niños de toda la vida, de esos que metes en la bañera y se hinchan ( no se como se escribe asique pongo H mamá ) y luego escupen agua, o de esos que los aprietas y entonces hacen un ruidito algo desagradable. Esperando que el pez "Nemo" hiciera algo de eso, le apreté, pero entonces, el pequeño Nemo empezó a vibrar, y a mi me empezaron a venir sudores por todo el cuerpo, porque no se apagaba, aquello no se apagaba, la familia echando la siesta y Nemo haciendo ruido, yo tirándolo al suelo buscando su botón de "off ", pero nada, no lo encontraba..
Claro estaba que no iba a chillar diciendo "olle que he encontrado tu vibrador y no se apagarlo", eso quedaría muy mal, y además me podría decir que qué coño hacía yo mirando sus cajones, con toda la razón del mundo...
A todo esto yo ya llevaba en el baño un cuarto de hora, y el puto Nemo no se paraba.
Yo estaba nerviosísima porque pensaba, ahora que entre alguien y me vea con esto en la mano, que ya verás que risas... T.T
Al fin, se me ocurrió la brillante idea de volver a apretarlo como cuando lo encendí, y por fin Nemo paró, yo suspiré, lo metí en el tercer cajón me lave varias veces las manos, por eso de que era algo íntimo y eso de la higiene, asique cuando quise salir del baño ya llevaría unos veinticinco minutos...
Salí del baño muy digna, me volví a sentar en el sofá esperando que nadie me preguntara, y así fue.
Después de varios días, se lo conté a mi madre, y ella estaba medio llorando, y yo indignadísima, porque para mi eso crearía un trauma para siempre. Me dijo que se lo contara a mi tía y se lo conté ella también se reía pero yo creo que estaría pensando "¡mierda me mirará distinto" o algo de eso.
Desde entonces, me he prohibido abrir cajones. Y cada vez que veo peces con ojos saltones os lo juro que esta historia me pasa por la cabeza... O veo la peli de "El espantariburones", reportajes de "National Geographic" y cosas así... Eso sin hablar de la película de Nemo, ya no la he vuelto a ver con la misma diversión, ni he vuelto ha decir, Nemo es mi película favorita...

Sí, es justo lo que parece, esto me quitó mi peqeuña inocencia...





Se lo dedico a mi tía, no te miro con otra cara ( ejem mentira ejem ), a Walter, por sus sabias historias y su gran enamoramiento, a su enamorada, a la gente que nos lee día a día, a mi "geme", a mi todo, a mi pequeñajo, a mi amante, a mi geme que supongo que ahora me mirará peor todavía y a mi madre, por reirte de mi historia cuando yo necesitaba algo en plan "no es lo que parece" y no " es justo eso..". Y a mis amigos.


Si os habeis reido, saber, que yo lo pasé fatal , ¡CABRONES! T.T xD