martes, 1 de marzo de 2011

Tiene mucho más de lo que necesito para ser feliz ( I )

 Hace mucho tiempo nació este blog. Mucho tiempo significa cuatro años, es decir, algo menos de 1/4 parte de mi vida.
Cuando este "bicho" surgió de la nada, éramos cuatro. Cuatro adolescentes muy diferentes el uno del otro.
De todos esos, se podría decir que el único que lo tomó realmente en serio fui yo. Tanto es así, que después de idas y venidas de personal, aquí sigo.
El diario ha sido testigo de mis más representativas etapas. En primer lugar se podría ver a un Walter despreocupado, sencillo y vivaz.
La 2ª fase, la peor, trataba al rededor de un "yo" pesimista, tristón y gris en todos los aspectos. Todo por culpa del amor. Mejor dicho...falta de él.
El tercer y último nivel trata sobre un chico crecido, renovado y acorde con su edad. Algo más sabio, más equilibrado; pero ya no confía en el amor.
Lo buscaba y a pesar de que muchas veces creía encontrarlo, todo era humo. Siempre faltaba algo.
Pero mi anterior yo seguía soñando. Era muy difícil encontrar lo que buscaba, por eso me conformaba con vivir en el letargo.
El blog seguía creciendo. Ilusiones, reflexiones púdicas y sobretodo historias del pasado. Mi presente era genial. Me divertía muchísimo, me iban bien los estudios, mis amigos y conocidos me querían; pero yo, humano e inconformista por naturaleza, quería más.
Hay gente que dice que el amor es innecesario, que se puede vivir sin él. Y realmente les doy la razón. Nadie o casi nadie ha muerto por escasez de cariño "parejal" (no existe la palabra, pero mola demasiado); no obstante dudo muchísimo que alguien, por muy apático y autónomo que sea, llegue a sentirse pleno, llegue al punto "especial" de felicidad sin esa materia impalpable llamada amor.
No menos cierto es que existen varios tipos de amor: el que sientes por tu madre, tus amigos o por el póster de una actriz porno, pero yo me refiero a otro tipo. Al tipo que te hace levitar y sentir "algo maravilloso" con cada acción u palabra del prójimo. A ese tipo me refiero.
Muchos pensarán que no existe. Que es pasajero. Otros creen que sí, que existe, pero es imposible de encontrarlo en mayúsculas. También hay un tercer grupo que ha sentido y experimentado esa sensación inexplicable narrada anteriormente, pero una vez finalizado, nunca más volverán a sufrir nada igual.
Pues bien. Yo pensaba que pertenecía a este último grupo. Sentía que nunca más volvería a estar lleno de gozo. Que nunca más levitaría por unas pocas palabras o por insignificantes gestos.
Pero llegó ella y cambió todo, cambió mi mundo.


-Continuará-

1 comentario:

  1. Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes a munekitacat19@hotmail.com

    besoss

    Catherine

    ResponderEliminar

MSN