Oscuridad.

Siento tapar con algo tan pesimista la anterior actualización de Walter, pero realmente siento que tengo que escribir.

Últimamente parecía haber encontrado una etapa de felicidad, aunque realmente debiera de estar hundida por mis circunstancias. Pero un día, y sin saber exactamente por qué, abrí los ojos al levantarme y en lo primero en que pensé, automáticamente, fue: "mi vida en estos momentos no vale la pena. ¿Qué estoy haciendo con ella?".


Lo peor es que en lo más profundo de mi alma no podía aguantar más esa falsa felicidad, me sentía idiota conmigo misma. Yo ya tenía plantada la semilla de la tristeza, solo tenía que florecer. Y poco a poco te va comiendo por dentro, hasta causarte un agotamiento mental irritante. Solo quieres gritar, solo quieres llorar. Qué más da todo, si los demás te tienen que ver mal te ven mal. Sufren un poco y ya está, nunca tanto como sufriré yo.

Ya nada vale la pena, no hay nada por lo que luchar porque la lucha por mantenerte en pie ha acabado. Sabes que hay alguna solución, pero solo pensar en tirarte del avión sin paracaídas te da terror. No quieres saber nada del mundo, pero no quieres desaparecer de él. Frustrante. Haces lo posible por encontrar algo que te haga desaparecer de todo sin desaparecer del todo, aunque sea media hora, medio minuto, da igual... pero te encuentras con otras vidas, con personas que aún mantienen su lucha por estar de pie y no piensan dejar de hacerlo. Pues yo desisto, no sé quién coño será, si Dios o algo así, que quiere que viva una vida complicada. ¿Que podría ser peor? Lo tengo en cuenta, pero realmente mi vida es una putada una tras otra.

Solo sé que el pozo en el que caí tiene una luz al fondo, a la que intento llegar siempre, sin éxito. Estoy destinada a quedarme en la oscuridad.